Sobreviviendo las primeras semanas con tu recién nacido
Terminaste con el tercer trimestre de tu embarazo, y tu bebé por fin llegó. ¡Felicidades! Aunque parezca difícil, tú también podrás sobrevivir las primeras semanas con tu bebé y te podrás adaptar para tu nueva vida como mamá.
Vinculándote con tu bebé
Es importante que comiences a vincularte con tu bebé tan pronto como sea posible.
Abrazar, acariciar, hablar y besar a tu bebé regularmente crea un vínculo fuerte con él.
Cuando sientes alegría y apego a tu bebé, y a cambio, tu bebé está tranquilo y cómodo con tu presencia, ¡los vínculos se hacen más fuertes!
El primer baño de tu hijo
Los baños de esponja pueden ser más recomendables durante las primeras semanas. Utiliza una esponja limpia y tibia o una toalla húmeda. Limpia sus manos, cara y área genital con cuidado.
Mantén el baño y el agua tibios.
Opuesto a la creencia popular, los recién nacidos no necesitan bañarse a diario.
El uso exagerado de jabones fuertes, e incluso de agua de la llave, pueden dañar el desarrollo de la piel del recién nacido. Busca limpiadores con pH neutro o jabones suaves diseñados especialmente para bebés y utilízalos en las primeras semanas
Es alarmante sostener una criatura pequeña, mojada y escurridiza. Esto necesita práctica y confianza. Mantente tranquila y asegúrate de sujetar bien a tu bebé.
Tips para un baño seguro
Nunca dejes a tu bebé sin atención. Ni siquiera por un minuto. Si llaman a la puerta o el teléfono suena, saca a tu bebé del baño y llévalo contigo.
Nunca pongas a tu bebé en la bañera cuando sigue saliendo el agua.
Asegúrate de que el agua esté a 49°C. Tu bebé puede tener quemaduras de tercer grado si el agua está a una mayor temperatura.
Cómo bañar a tu bebé
Lávate las manos. Dispón todos los artículos necesarios para el baño y junta por lo menos una toalla limpia, un pañal limpio y la ropa.
Llena la tina con agua tibia. Pon unas cuantas gotas de jabón para bebé.
Trae a tu bebé al baño y desvístelo completamente.
Gradualmente mete a tu bebé en la tina, primero los pies, utiliza una mano para apoyar su cuello y cabeza. Vierte contenedores con agua de la tina sobre tu bebé regularmente durante el baño para que no se enfríe.
Mientras lo bañas, usa tus manos o una toalla, de arriba para abajo, por adelante y por atrás. Lava su cuero cabelludo con una toalla húmeda y enjabonada. Utiliza bolas de algodón húmedas para lavar sus ojos y cara. Si se ha juntado mucosidad seca alrededor de los huecos de la nariz de tu bebé, dale toquecitos para suavizarla antes de limpiarla.
Enjuaga a tu bebé completamente, después levántalo de la bañera con una mano sosteniendo su cuello y cabeza, y con otra mano sosteniendo sus nalguitas, con tu pulgar e índice alrededor de un muslo (los bebés son escurridizos cuando están mojados).
Envuelve a tu bebé en una toalla con capucha, dale palmadas para secarlo y después ponle el pañal.Después envuélvelo en una toalla seca, y abrázalo aproximádamente durante 10 minutos para mantenerlo tibio. Quizá quieras aplicar loción suave o crema después del baño.
Cambiar pañales
Cambia los pañales regularmente, ya que la orina o las heces pueden causar dermatitis por el pañal.
Los bebés tienden a defecar varias veces al día y a orinar cada cierto número de horas. Los pañales desechables son muy absorbentes, por lo que es bueno checar regularmente si está mojado.
Prepararlo para el cambio:
Un área de cambio segura con una superficie lavable.
Un pañal limpio
Un bote o bolsa para desechar el pañal sucio.
Toallas húmedas o bolas de algodón y agua tibia.
Pruebas y chequeos
En las primeras horas de la vida de tu bebé, él habrá experimentado una serie de pruebas para asegurar que está saludable y bien.
APGAR – un método simple, sin dolor y efectivo utilizado para medir la salud de tu bebé. Se le califica con base en: Apariencia, Pulso, Gestos, Actividad y Respiración.
Los bebés que marcan entre 8 y 10 están en excelente condición.
Aquellos que califican entre 5 y 7 están en mediana condición y pueden requerir ayuda para respirar.
Aquellos que califican abajo de 5 están en muy mala condición y requieren ayuda inmediata.
Prueba de sangre – Se lleva a cabo antes de que tu bebé tenga una semana de edad, la sangre es analizada para detectar deficiencia de una enzima (fenilcetonuria), deficiencia de tiroides, desorden de célula falciforme y fibrosis quística (una condición que afecta a los pulmones y sistema digestivo).
Exámenes de Cabeza a Pies: - Tu doctor checará la cabeza de tu bebé, orejas, y ojos, boca, corazón, pulmones, genitales, piel, manos y pies, columna vertebral, caderas y reflejos.
Los niños son curiosos por naturaleza. Como padre, puedes ayudarle a crecer para que sean más fuertes física, mental y emocionalmente, de modo que estén mejor equipados para descubrir y experimentar el mundo que les rodea.