Enséñale a tu bebé a manejar sus emociones y a estar bajo control. Este es el primer paso hacia un enfoque de aprendizaje y de autocontrol, lo que ayudará a que su hijo alcance sus objetivos en un mundo lleno de distracciones.
Cuando tu bebé está molesto, anota qué cosas le ayudan a calmarse, ya sea llevarlos a un lugar tranquilo o darles su juguete favorito, sigue las señales de tu hijo y úsalas para enseñarle a controlar sus emociones.
Estas experiencias le permitirán tomar la iniciativa para calmarse por sí solo incluso desde la infancia y ayudarle a aprender a entender sus propias emociones.
Una mente inquisitiva y una disposición a cuestionar el status le serán de mucha utilidad a tu hijo conforme se vuelve mayor.
Cada cierto tiempo, siéntate con tu bebé e introduce objetos y experiencias nuevas para él. Sostén un objeto para que tu bebé lo vea y dile qué cosa es. Habla con él sobre el objeto y observa sus expresiones mientras ve estos artículos por primera vez.
Tu bebé es curioso por naturaleza, así que tienes que cultivar su fascinación por todas las cosas nuevas, porque siempre aprenderá más con las nuevas experiencias.
La empatía no es fácil para los niños pequeños porque ellos son el centro de su mundo, pero si explicas y modelas regularmente los comportamientos empáticos, con el tiempo te entenderá. Comienza preparando el terreno hablando con tu bebé sobre las emociones toda vez que surja el tema. Dile a tu bebé que John está molesto porque Tony tomó su juguete y pregúntale, "¿Cómo podemos ayudar a John a sentirse mejor?". Es posible que tu bebé todavía no pueda contestarte, pero al abordar situaciones y experiencias como esta, le estás enseñando que las demás personas tienen sentimientos y que esos sentimientos también son importantes, sentando así las bases para que sea un niño empático.
Los bebés están siempre en el momento, pero conforme crecen, comienzan a preocuparse por el mañana y replantearse las cosas del ayer; perdiendo la capacidad de apreciar y experimentar lo que está sucediendo ahora mismo. Enseña a tu bebé a mantener esta habilidad hablándole sobre las cosas que están a su alrededor.
Cuando estés con tu bebé, pasa el tiempo hablando sobre lo que está sucediendo en el momento, incluso si sólo estás cambiándole el pañal. Llama su atención hacia lo que estás haciendo y cómo se siente. Indúcelos a que observen a las aves o flores, o tus nuevas cortinas. No sólo esto ayuda a que se enfoquen en qué está sucediendo, sino que también empieza a enseñarles palabras que algún día podrán utilizar para describir las cosas por sí mismo.
Permitir que tu bebé realice tareas sencillas por sí mismo le da una sensación de control sobre su vida y le anima a ser independiente. Saber que confías en él aumenta su autoestima y le hace sentir capaz. Ganar esta experiencia, a su vez, le dará la confianza necesaria para crecer, explorar y aprender.
Desde el momento en que tu bebé comienza a gatear, pueden hacer tareas sencillas como poner su babero en la cesta de lavandería, limpiar su cara y sus manos con una toallita, guardar sus zapatos, comer por sí mismo una merienda y jugar solo durante unos 10 a 30 minutos.