9 maneras para ayudar a tu hijo a ser lo suficientemente fuerte para toda experiencia
Los niños son curiosos por naturaleza. Como padre, puedes ayudarle a c.... Más informacion
El cuarto de tu bebé podría estar demasiado caliente o demasiado frío para tu bebé. O el aire en el cuarto es demasiado seco, lo que reseca la mucosidad en la nariz de tu bebé. La temperatura del cuarto debe ser la adecuada, el cuarto no debe ser ruidoso y tener luces bajas. La manta de tu bebé debe ser ligera, suave y seca. Anima a tu bebé a que orine antes de ir a la cama y asegúrate de que no tenga lombrices.
Tu bebé todavía podría estarse sintiendo emocionado después de su hora de jugar y no puede dormir. Debes permitir que tu bebé se calme entre media a una hora antes de su hora de acostarse. Un exceso de bromas y juegos con tu bebé cerca de la hora de acostarse podría hacer difícil que se duerma más tarde. Trata de no ver películas de suspenso con tu bebé, contarle historias de miedo o darle juguetes nuevos para jugar justo antes de su hora de acostarse.
Muchas madres piensan que su bebé tiene hambre cuando lloran en medio de la noche y deciden darles de comer. Este podría no ser el caso. Investiga y descubre qué está molestando a tu bebé antes de darle de comer, porque de otro modo lo estarás entrenando para que espere comida cada vez que se despierta por la noche.
La indigestión o comer en exceso pueden provocar que tu bebé no pueda dormir de corrido. Trata de no darle de comer cerca de su hora de acostarse. Puedes darle a tu hijo un poco de leche antes de dormir, pero si debes darle de comer papillas, fideos y otros alimentos sólidos, trata de hacerlo al menos de 2 a 3 horas antes de su hora de acostarse.