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LockNutri®

Conserva los beneficios nutricionales de la leche con LockNutri®

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Un sistema digestivo saludable juega un papel crucial en el fortalecimiento de la inmunidad de tu hijo y en el apoyo al crecimiento general. Por eso hemos desarrollado la fórmula de fácil digestión de Friso, que incorpora nuestra innovadora Tecnología LockNutri®. Con Friso, las madres de todo el mundo pueden brindar a sus hijos la nutrición que necesitan para ser fuertes desde el interior.

La Tecnología Detrás de la fórmula de fácil digestión de Friso: LockNutri®

Una fórmula fácil de digerir es esencial para tus pequeños, ya que su sistema digestivo aún está en desarrollo. Al asegurar que una fórmula sea de fácil digestión, los padres pueden garantizar una absorción óptima de nutrientes y reducir las posibles molestias digestivas.

Las proteínas proporcionan los bloques de construcción para que el cuerpo crezca. Por lo tanto, necesitan ser bien digeridas y absorbidas.

LockNutri® conserva el 90% de los nutrientes naturales de la leche*, facilitando la digestión de la proteína de leche para el delicado sistema digestivo de tu hijo.

La Diferencia Friso: Nuestro Proceso de Fabricación Único

Los ingredientes crudos de buena calidad requieren un procesamiento mínimo. Por eso, Friso® sigue un proceso de fabricación único. A diferencia del proceso de doble fabricación, que implica múltiples pasos de calentamiento durante la producción de leche de fórmula, el proceso de fabricación único utiliza un tratamiento térmico suave. Este enfoque garantiza la calidad de las proteínas, asegurando que la fórmula sea fácil de digerir. Aquí están los cuatro pasos para producir la fórmula Friso:
 

En pocas palabras, mientras más se procese la leche y cuantas más veces se caliente, más se altera su estructura proteica. Menos procesamiento es mejor porque se conservan más nutrientes naturales, lo cual promueve una más fácil digestión.

Detalles Adicionales

  • Importancia de una Fórmula Fácil de Digestión

    La fórmula fácil de digerir es crucial al tratar con los delicados sistemas digestivos de los niños pequeños. Sus estómagos e intestinos aún están en desarrollo, lo que los hace sensibles a lo que consumen. Las fórmulas, ya sean a base de leche de vaca, de soya o hidrolizadas, desempeñan un papel fundamental en su nutrición.

    La lactosa, un azúcar presente en la leche, a veces puede ser difícil de digerir para los pequeños. Como resultado, los fabricantes suelen formular opciones sin lactosa, ayudados por enzimas como la lactasa, que facilitan la descomposición de la lactosa. Las proteínas, como el suero y la caseína, son vitales para el crecimiento, pero también pueden ser difíciles para el sistema digestivo de un niño pequeño. Aquí es donde entran en juego las fórmulas hidrolizadas. Con estas fórmulas, las proteínas se descomponen, haciéndolas más fáciles de digerir y absorber.

    El papel de las grasas como los triglicéridos de cadena media (MCT) también es crucial. Proporcionan calorías esenciales y su absorción más fácil puede calmar el sistema digestivo de un niño. Además, los probióticos, a menudo añadidos a las fórmulas, apoyan la flora intestinal saludable, mejorando aún más la digestión.

    Sin embargo, no se trata solo de lo que se añade a la fórmula; también se trata de lo que se excluye. Alergenos como la soya y el gluten pueden provocar reacciones adversas en los niños pequeños. Los cuidadores, incluidos padres y pediatras, deben ser vigilantes y comparar diferentes fórmulas para evaluar cuál puede tolerar mejor su hijo. La necesidad de opciones hipoalergénicas, orgánicas, no transgénicas y sin lactosa subraya la importancia de la elección y la variedad en el mercado.

    Los fabricantes, impulsados por la investigación y la retroalimentación, ocasionalmente pueden introducir nuevas formulaciones dirigidas a necesidades digestivas específicas. Además, el empaque, ya sea en latas o botellas, debe diseñarse cuidadosamente para optimizar la frescura e integridad de la fórmula.

    En última instancia, el objetivo de cualquier fórmula es nutrir, mientras se reduce cualquier síntoma o malestar relacionado con la digestión. A medida que los cuidadores investigan, eligen y compran estas fórmulas, confían en gran medida en los pediatras para que recomienden las opciones más adecuadas. Es un esfuerzo colectivo para asegurar que los niños progresen, evitando cualquier reacción adversa.

  • Cómo Se Fabrica la Fórmula

    El complejo proceso de producción de fórmula resalta el papel vital que juega la nutrición temprana en el desarrollo de un niño. En el corazón de este intrincado proceso están los ingredientes, cuidadosamente seleccionados por los fabricantes. Esto es crucial para los niños pequeños, que necesitan alimentos con un alto valor nutricional para crecer y desarrollarse.

    Aunque una buena nutrición es crucial para los niños pequeños, el sabor y la textura también son de gran importancia. La leche [leche entera, leche descremada] y el suero de leche líquido forman la base principal de las fórmulas, a las que se añaden vitaminas, minerales e ingredientes funcionales clave, como los prebióticos. Todos ellos deben ser de la más alta calidad y de origen rastreable para garantizar que la fórmula sea segura y adecuada.

    El papel de los fabricantes es igualmente crucial, ya que cuentan con maquinaria y tecnología avanzadas para monitorear cada paso del proceso de fabricación de la fórmula: desde la mezcla hasta el envasado, cumpliendo con normas locales, regionales y globales.

    La pasteurización es un paso crítico destinado a asegurar la esterilidad eliminando las bacterias potencialmente dañinas que podrían comprometer la seguridad de la fórmula. Después de la producción, se realizan rigurosas pruebas en laboratorios para garantizar que cada atributo, desde la vida útil hasta el contenido nutricional, cumpla con los más altos estándares.

    El control de calidad ayuda a garantizar que cada lote de fórmula que llega a los consumidores haya pasado por una muchas pruebas y verificaciones. Esto es especialmente vital, ya que cualquier compromiso puede afectar la salud de los niños pequeños.

    Finalmente, el envasado juega un papel dual. No solo preserva la vida útil del producto, asegurando que la fórmula permanezca segura para el consumo, sino que también proporciona información esencial para los cuidadores sobre los nutrientes contenidos y las instrucciones de preparación.

    En esencia, el proceso de fabricación de la fórmula requiere una combinación de ciencia de vanguardia, un cuidado extenso y dedicación para asegurar que los niños pequeños reciban una nutrición de alta calidad, segura y adecuada.

*El nutriente natural se refiere a un aminoácido esencial (lisina) presente en la proteína de la leche.